domingo, 5 de julio de 2015

Cupcakes de Campeones

Hola. Volví.

Me fui en algún momento porque tuve un hijo.
Mi hijo nació mitad humano, mitad lagarto. Y lo regalé a las monjas schoenstattianas.
(Aborto libre, gratis y seguro para todas).
Solucionado ese conflicto, he vuelto.

No daré más excusas que las recién entregadas.

Procedo con lo que nos convoca. Comida. Azúcar. Mantequilla.


Pues bien, la receta de hoy es en conmemoración del magnánimo triunfo de Chile en la Copa América. Yo no cacho nada de fútbol, para ser sincera, pero era imposible abstraerse de la victoria de ayer. Así es que empapada de la alegría del pueblo, decidí hacer estos cupcakes en honor a Chile y su selección.

Sí, en mi casa leemos El Mercurio porque somos presas del duopolio comunicacional de diarios en Chile. 

Me encantaría escribir algunas palabras más profundas de la trascendencia histórica del triunfo de ayer, pero, como decía, en verdad no cacho ni una de fútbol. En mi casa nadie es demasiado futbolero y entonces nunca caché todo el culto que había a su alrededor. En mi colegio nunca sentí la pasión futbolera, porque mi colegio es demasiado aspiracional y sólo nos apasionaban los deportes del ABS – todo lo que es hockey y rugby -. Solo en la U caché todo el rollo que tiene la gente con el fútbol, y en algún minuto quise saber al respecto, pero el temor a ser la típica niña que no cacha ná y que está preguntando todo - como la de las películas -, me inmovilizó. Es una postura de género difícil. Entonces me quedé al margen de la fútbol-locura, y cuando hay partidos y cosas así, finjo que estoy haciendo algo mucho más intelectual y reflexivo, como releer a Nabokov, o investigar acerca de la crisis en Grecia. En realidad, duermo siesta. Y me he leído Lolita solo una vez, y de Grecia cacho solo los titulares de las noticias. Soy una persona súper condenada al esnobismo y decadencia, verán.

Pero bueno, la cosa es que sin ser futbolera, lo de ayer fue demasiado jevi metal como permanecer impávida. Y entonces hice cupcakes. Porque los cupcakes son mi forma de reaccionar ante los grandes hitos de la nación.


Estos cupcakes son de bizcocho de tercipelo rojo, rellenos con salsa de frambuesa y cubiertos con glaseado de queso crema.


Tercipelo rojo. Terciopelo rojo es la traducción de “red velvet. Red velvet es una cosa típicamente gringa. Es un sabor-concepto que implica las siguientes características copulativas: un color rojizo, un sabor levemente achocolatado, y son suaves (porque llevan buttermilk). En antaño, el color rojo venía de la reacción química entre el cacao y el buttermilk. Ahora sin embargo, todas las cosas red velvet llevan colorante rojo para que queden rojas. Es raro esto del red velvet, pero choriflai igual.

La receta de acá es de esas recetas que son fáciles, rápidas y satisfactorias. Se mezclan los secos, los húmedos, y luego se unen ambos. Dos bowls, batidor de mano, 10 minutos máx. de preparación. El resultado es húmedo y de un rojo oscuro y terroso, lo que es bueno porque no queremos cupcakes color rojo radioactivo. El sabor a chocolate es suave, pero se siente.

Respecto del colorante, lo ideal es usar colorante en gel (tipo Wilton o Ateco), pero si es muy complejo de conseguir, pueden usar los típicos colorantes líquidos de El Gourmet. Puse en la receta las cantidades de ambas opciones. Soy así, gentil.


Los bizcochos de glaseado rojo típicamente se rellenan/cubren con glaseado de queso crema ("cream cheese frosting"). El de la receta de hoy, es la misma que había compartido antes para los cupcakes de Navidad, solo que sin limón, y es deliciosa y suave. Es básicamente lo peor que podría haber para la salud, pero qué más da la salud y todas esos rollos new age. Live fast die young, YOLO, etc.

Hasta ahí muy classic-gringo. Pero decidí agregar una modificación del todo genial, que es rellenar los cupcakes con salsa de frambuesa. La salsa de frambuesa no es más que frambuesas congeladas, cocinadas un par de minutos con azúcar y un poco de jugo de limón, hasta que espese ligeramente. Es bacán porque es bien ácida y fresca, lo que corta la dulzura y cremosidad del glaseado, y es flor de combinación – tanto a nivel de sabor como de color! – con el bizcocho.


Respecto de cómo rellenar los cupcakes: es mucho más fácil de lo que suena. Simplemente, con un cuchillo se corta un círculo de unos 4 cms de diámetro en el centro del cupcake. Eso se retira y queda una concavidad perfecta para acoger una cucharadita generosa del relleno. Luego se tapa con el bizcocho retirado, se presiona un poco, y listo.


Sobre el glaseado tricolor: para darles el espíritu chileno a los cupcakes, decidí glasearlos con un remolino rojo-blanco-azul, como nuestra banderita chilena, banderita tricolor, colores que son emblema, emblema de mi nación. Para ello hay que dividir el glaseado en tres porciones iguales y teñir una azul, una roja y la otra dejarla blanca (aunque yo le agregué un poco de colorante blanco porque el glaseado normal queda ligeramente amarillo). Luego, se ponen cucharadas de cada color en una manga de forma alternada. Es medio complicado de explicar en palabras, así es que aquí dejo un video explicativo:


Aquí hay una foto de cómo se debe ver la manga lista para glasear.



Y luego es solo cosa de glasear y queda el efecto arcoíris-genial-enigmático-choriflai. Yo usé una boquilla grande de estrella, pero naturalmente que se puede usar cualquier boquilla grande.


Por último, la decoración. Con pasta de goma hice letritas que leyeran “CAMPEONES”, unas estrellitas y unos corazones. Cubrí todas con escarcha comestible, la cual no es tan comestible, por cierto. Tanto la pasta de goma como la escarcha comestible se compran en tiendas especializadas, como Cherry, Casa Costa o cualquiera de las tiendas virtuales que ahora abundan en las redes sociales. Finalmente les tiré unas pelotitas plateadas porque ME ENCANTAN LOS BRILLOOOOOOOOOS.



Y eso po.
Viva Chile y su selección.

(Y espero regularizar los posteos).


Cupcakes de terciopelo rojo, rellenos con salsa de frambuesa y con glaseado de queso crema


Para los cupcakes de terciopelo rojo

Receta adaptada de: Bakerella
Rinde: 10 cupcakes

La receta se puede duplicar sin problemas. Ojo! Es cacao amargo, no reemplazar por cacao dulce. Para el buttermilk, os refiero a este post. La esencia de cacao se consigue en tiendas especializadas. Yo compro la mía en Coquinaria. De cualquier forma, es completamente opcional, y solo realza el sabor a cacao.

3 cucharadas de cacao amargo
1 ¼ de harina
½ cucharadita de bicarbonato de sodio
¾ taza de azúcar
½ cucharadita de sal
½ taza de aceite de maravilla
½ taza de buttermilk
1 huevo
1 cucharadita de vinagre de arroz (o cualquier otro vinagre blanco)
1 cucharadita de esencia de vainilla
1 cucharadita de esencia de cacao (opcional)
1 cucharadita de colorante rojo en gel, o 2 cucharaditas de colorante rojo líquido

Precalentar el horno a 180ºC. Poner cápsulas de papel en 10 moldes de muffins.

Cernir el cacao en un bowl grande. Mezclar con la harina, bicarbonato, azúcar y sal.

En un bowl pequeño, mezclar el aceite, buttermilk, aceite, huevo, esencias y colorantes, hasta que esté homogéneo.

Agregar la mezcla húmeda a los secos y batir sólo hasta que esté incorporado.

Poner la mezcla en los moldes.

Hornear por 18-20 minutos, o hasta que al insertar un mondadientes al centro de un cupcake, éste salga limpio.

Dejar enfriar por completo, en una rejilla, antes de rellenar y glasear.

Para la salsa de frambuesas

Rinde: alrededor de 3/4 de taza. Sobra un poco tras rellenar los cupcakes, pero queda genial como salsa para helados, o cualquier postre.

1 ½ de frambuesas congeladas o frescas
3 cucharadas de azúcar
1 cucharada de jugo de limón

Poner todos los ingredientes en un sartén pequeño, hasta que las frambuesas se descongelen y se ablanden. Aplastar las frambuesas con la parte de atrás de una cuchara y cocinar por 3-5 minutos, o hasta que espese ligeramente.

Dejar enfriar completamente antes de rellenar.

Para rellenar, cortar un círculo en los cupcakes, sin llegar al fondo del cupcake. Retirar el centro y poner una cucharadita de la salsa. Tapar el relleno con un poco del bizcocho.

Para el glaseado de queso crema

Rinde: Normalmente alcanza para 20 cupcakes glaseados con moderación, pero como en virtud de esta forma de glaseado hay que dividirlo en tres y hacer toda la parafernalia en la manga, se tiende a perder un poco, por lo que alcanza bien para los 10 de forma generosa, sobrando un poco.

125 grs. de mantequilla sin sal, a temperatura ambiente
226 grs (1 paquete) de queso crema de tipo Philadelphia, a temperatura ambiente
3 tazas de azúcar flor
1 cucharadita de esencia de vainilla (opcional)
Colorantes en gel o líquidos rojo, azul y blanco (opcional)

Poner todos los ingredientes en un bowl y con batidora eléctrica mezclar. Una vez que esté todo mezclado, batir entre 3-5 minutos, o hasta que el glaseado esté completamente homogéneo, suave y aireado.

Si está muy blando, se puede dar un golpe de frío de 10 minutos antes de decorar, pero normalmente debería estar lo suficiente firme para manguear.

Dividir en tres porciones, y teñir una de azul, otra de rojo y la otra de blanco (o bien dejar esta última al natural).

Para decorar, poner dentro de una manga con boquilla a elección y decorar a gusto.

7 comentarios:

  1. Estoy in love con tu bloggg *inserte algún sticker marica de facebook* Estaba esperando a que subieras alguna receta y la semana pasada me di el trabajo de leer todas, sí, todaaaaaaaas tus entradas. Logré hacer rollos de canela y gracias a ti descubrí que existía el pie de Blancanieves... Bueno nunca lo busqué, pero justo apareció y fui feliz. Mi niña interior fue feliz y de hecho hoy lo haré jejeje. Me gustó esta entrada, bien patriota, dulce y entretenida, quizás me baje la locura y haga esto algún día.
    Que estés bien, saludos!

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    1. Hola Cote!

      Jajajajaj graaaaaacias :D

      Qué buenísimo saber que te funcionaron los rollos de canela, y que también toqué tu tecla nostálgica con el pie. Cuenta qué tal te va con eso.

      Un abrazo :) !

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    2. Yo también hice los rollos de canela...con caramelo...decadentamente buenos...

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    3. Hola Patty! Ahh, qué bueno escucharlo :)

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  2. Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

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  3. Tengo una pregunta, para que es la cucharadita de vinagre que sale en los ingredientes de los cupcakes? Como no se menciona en los liquidos después me queda la duda, asumo que se echa igual pero prefiero confirmar jaja

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    1. Hola Francisca!

      La cucharadita de vinagre sirve como agente ácido (junto con el buttermilk) que reacciona con el bicarbonato (que es básico), lo que resulta en un cupcake más esponjoso.

      Así es que sí, se echa!

      Igual la pondré en los líquidos. Gracias por la indicación!

      Saludos.

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