Para días helados, biscuits tibios.

Bien. He aquí otra receta yanqui que mi pobre léxico no logra traducir al español: biscuits.
Son algo así como pancitos. Pero no lo son.
Son algo así como scones. Pero no lo son.
Son algo así como hojaldres. Pero no lo son.
Aaahh... afortunadamente en estos tiempos posmodernos relativizar es la onda, así que no debería haber problema. Estos biscuits son lo que a ud, estimado lector, le parezcan. Su realidad, esa es su verdad.

Pero, a veeeeer... son una suerte de primos de los scones, pero hechos con mucha más materia grasa, resultante en una masa rica, contundente y hojaldrada; crocante por afuera y celestial por dentro. Toda la idea es comerlos tibios, abiertos, untados con mantequilla y mermelada en abundancia. Y son muy buenos. Terriblemente buenos.

Toda la magia de estos biscuits se encuentra en su preparación. Primero se mezclan los secos -harina, polvos de hornear, bicarbonato de sodio, sal y un poco de azúcar- y luego se agrega mantequilla fría. Cuando se forma la masa, hay que sólo unirla, y no amasarla, evitando traspasar calor a la masa.
La idea es que ésta no se mezcle íntegramente a la preparación, sino que queden pedacitos pequeños de ella. Luego, son esos pedacitos fríos los que en el horno crean algo así como bolsillos de aire, resultando así una masa hojaldrada (flaky es la palabra que estoy tratando expresar).
Además, llevan buttermilk. ¿Que qué es el buttermilk? Pues véalo acá :).

Incorporando la mantequilla con un "pastry cutter".

Yo los comí con mermelada de frutillas. Resulta que encontré unas frutillas lindísimas y después de sacarles fotos, porque son sujetos terriblemente fotogénicos, las hice mermelada. Así al ojo. Con mucho limón, porque me gustan las mermeladas ácidas. Pero con cualquier mermelada funcionan. Incluso sólo con mantequilla quedan bacanes.

Por favor, pruébenlos tibios. Su invierno será un poco menos frío si lo hacen. Se los juro.

Buttermilk Biscuits

Receta adaptada de: Simply So Good

Entre 10-12 biscuits pequeños.

4 tazas de harina
1 cdita. polvos de hornear
1 cdita. bicarbonato de sodio
1 cdita. de sal
1 cda + 1 cdita azúcar
180 grs. mantequilla FRÍA, cortada en cubos
1 1/2 taza buttermilk

En un bowl grande mezclar todos los secos. Agregar la mantequilla y con un pastry cutter ir rompiéndola en la harina, hasta que queden sólo pedacitos pequeños. De no tener un pastry cutter se puede usar dos cuchillos, con los cuales se ve picando la mantequilla. También se puede hacer en la procesadora: se mezclan en primera instancia los secos y luego se agrega la mantequilla y se procesa hasta que resulten pedacitos pequeños. Lo único relevante es no derretirla o incorporarla absolutamente.
Verter el buttermilk y mezclar sólo hasta que esté incorporado. No amasar, sino que dar golpecitos a la masa de modo de compactar todo.
Estirar la masa de forma gruesa, alrededor de 4-5 cms. Cortar con un molde o una copa pequeñas redondelas. Refrigerar mientras se precalienta el horno a 180° (horno medio).
Hornear por alrededor de 20 minutos o hasta que la superficie esté dura al tacto. No deben dorarse.
Servir tibios, con mantequilla y mermelada.