miércoles, 25 de febrero de 2015

Cobbler de Duraznos

Prosigo con las recetas con duraznos, pues los duraznos son una de mis frutas preferidas en la vida. Junto con el maracuyá. Y con las frambuesas. Y con el chocolate.


La receta de hoy es un Cobbler de Durazno.




¿Que qué es un cobbler? Un cobbler es un postre típicamente gringo y británico, que consiste, en términos generales, en fruta cocida cubierta con algún tipo de masa. Existen varios subtipos de cobblers, como los crumbles, los crips, los slumps, etc. Pero en lo fundamental es fruta cubierta con masa, horneado. No hace falta adentrarse más allá en la discusión técnica.




Pues bien, este cobbler consiste en un relleno de duraznos, delicioso. Los duraznos se pelan y se pican, y luego se cubren con una mezcla de azúcar, especias y maicena. La cosa es que en el horno, los duraznos se vuelven tiernos y blanditos, y empiezan a botar sus jugos, los cuales se mezclan con el azúcar y el sabor cálido de las especies, y se espesan, merced a la maicena,  para crear una suntuosa salsa maravillosa.



La parte de arriba consiste en una masa sencillita, hecha de harina, canela,  azúcar normal  y azúcar morena, polvos de hornear, mantequilla y agua. Ésta se cucharea por sobre los duraznos crudos y en el horno se esparce y crece. Queda ligeramente crujiente por fuera, y esponjosa por dentro, y es el complemento perfecto para los duraznos suaves del interior.



Se sirve caliente o tibio, lo que es una excusa perfecta para servirlo con una bocha de helado de vainilla. El helado se derrite con el calor del cobbler, y se entremezcla todo en gloria plena.

Delicioso, en verdá. Fue básicamente mi alimento principal durante dos días en los que me quedé abandonada en mi casa.




Cobbler de Duraznos


Receta adaptada de: Allrecipes

Rinde: 1 fuente de alrededor 1 litro, que sirve a al menos 6 porciones generosas, y hasta 10 porciones moderadas

Para el relleno:

8 duraznos grandes (priscos o conserveros)
Jugo de 1 limón, recién exprimido
¼ taza de azúcar corriente
¼ taza de azúcar morena
½ cucharadita de canela
¼ cuchradita de nuez moscada
2 cucharaditas de maicena

Para la cobertura:

1 taza de harina
¼ taza de azúcar corriente
¼ taza de azúcar morena
1 cucharadita de polvos de hornear
1 cucharadita de sal
90 gramos de mantequilla fría, en pedazos pequeños
¼ taza de agua hirviendo

Hacer el relleno: partir por pelar los duraznos. Picarlos en tajadas grandes y relativamente uniformes. Mientras se van picando, ir agregando el jugo de limón para evitar que se oxiden.
En un bowl pequeño, mezclar las azúcares, las especies y la maicena. Agregar a los duraznos picados y mezclar bien, de forma de que todos los duraznos queden uniformemente cubiertos.

Poner el relleno en una fuente para el horno con capacidad para 1 litro.

Para hacer la cobertura: mezclar la harina, las azúcares, el polvo de hornear y la sal. Incorporar la mantequilla con los dedos, intentando de que la mantequilla se incorpore a la harina. La mezcla debe quedar con pedacitos más grandes y otros más pequeños de mantequilla. Agregar el agua hirviendo y mezclar rápidamente. Debiera quedar una mezcla relativamente blanda.

Con una cuchara, poner porciones de la masa sobre los duraznos en la fuente. Esparcir con la parte de atrás de la misma cuchara.

Hornear en un horno precalentado a 200ºC, por alrededor de 30-40 minutos, o hasta que la cubierta esté dorada, y por los bordes borbotee el relleno de duraznos.


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