miércoles, 23 de noviembre de 2011

Une Promenade

El Viernes pasado fui al Mercado Paula Gourmet y me re encantó.

Había ido el año pasado por primera vez y hacía un calor de locos, pero este año, el día estaba relativamente nublado y fue una experiencia tan grata... La entrada cuesta 5 lucas, lo que no es poco, pero es lo que es, finalmente. No es para el público que cocina comida casera y come cuchuflies, sino más bien para los gourmandises, que les gustan las cosas novedosas y finas y bien etiquetadas (se colige de esto, caras). Por cierto, no me defino yo así, pero bueno, hay que saber interpretar distintos roles en esta vida loca (en este punto podría entrar al debate ético-filosófico de cómo me defino yo, pero lo dejaré para otra entrada).


Estaba esta chiquilla cocinando. Es bien histrionica y simpaticona, pero no es mi tipo de comida la suya. Y odio su restorante. Se cortó el dedo cocinando, y empezó a decirle al público que no se preocupara, que aún no caía sangre a la comida que preparaba. Eso lo encontré choro. O asqueroso. No sé, aún no me defino al respecto.


Habían algunos stands de chocolates y bombones, y yo amo el chocolate (no tanto los bombones), así que compré unas barras de chocolate amargo que aún debo probar. De cualquier modo, yo me mantengo fiel a Damien Mercier como el mejor chocolatier de Chile.


Había una tienda de productos árabes. Yo amo las cosas árabes. Y compré un baklava y un ceregli de pistacho. Ambos bien ricos, aunque no los mejores que he probado (los mejores, según yo, son de una tiendecita en el barrio Lastarria, al lado del teatro Ictus). Y las sras. que atendían eran medias pesadas. Me carga la gente pesada.


Y había una tienda de galletas! Las galletas eran re bonitas y había una casa de galletas también. Pero era cara. Igual compré, aunque aún no las pruebo...


Y habían macarones, que eran la novedad de este año en la Feria. Yo tengo una larga historia con los macarones. Sucede que viví algún tiempo en Europa, y ahí, sobre todo en París, los macarones son furor. Son la moda. Son la buena vida. Son la felicidad. Y yo probé y probé macarones. En todas partes. En cada viaje. En todas las tiendas. Gasté más euros de los que estoy cómoda diciendo en macarones. Me compré un libro de Pierre Hermé de macarones. Compré una balanza electrónica, un termómetro y todos los utensilios necesarios para hadcerlos... y no me funcionaron :( Jajaja. Es que son en verdad muy delicados y difíciles de hacer... Por eso, encontré que estos eran ahí no más. En primer lugar, terriblemente desiguales en tamaño y no tan bien terminados. Carecían de algunas de sus características esenciales, como el "foot" que tienen... Compré, claramente. Pero aún no los pruebo (juro por mi vida que no he tenido tiempo!) y no me tincan tanto.



Y había un sector orgánico. Porque lo orgánico es muy vanguardista y post-moderno y hipster. Yo la verdad no me he metido en el mundo orgánico, aunque quizás debería. La verdad, es que más que comer comida orgánica prefiero comer cosas que certifiquen comercio justo. Pero esa moda de la justicia y el fair-trade todavía no llega a Chile (pero, tranquilos, estamos luchando por ello!)


Habían panes y croissants. Y muchos tipos de té.


Y había un sector habilitado tan agradable para almorzar. Esta el Liguria y el Mezzanote, vendiendo sus especialidades, además de varios stands más con cosas como ensaladas, creppes y hamburguesas orgánicas. Yo comí una pizza 4 quesos del Mezzanote tan pero tan rica, que me conmueve pensar en ella jajaj. En serio, me parece notable lo bien hecha que estaba para haber sido comida así (me refiero a que la comida en ferias nunca es tan buena en calidad y preparación).


Y había cordero. Por que no hay nada que a la ciudadanía abc1 deleite más que cordero en palo. Y no sé si incluirme en esa afirmación.


En general, una feria muy grata si es que se está dispuesto a ir a gastar, claro. Yo estaba semi-dispuesta pero las garras de los productos gourmet me atraparon y caí en el mercantilismo alimenticio.

Se viene una receta pronto!
Saludos.

3 comentarios:

  1. Magda linda!! No sé por que siempre que te leo estoy aprobando lo que dices con un meneo de cabeza, me encanta saber que no soy la única que pienso o digo estas cosas, como que me carga la gente pesada, sobre todo que atiende público ¿por qué lo hacen????!!! y los macarons decididamente se ven muy poco parejos, y totalmente de acuerdo contigo en que los mejores dulces árabes de Stgo. son los del local ese junto al ICTUS.

    Estuve con ganas de ir a Paula Gourmet, pero me acobardó el calor, seguramente habría pecado contigo en las compras gourmet-compulsivas:)

    Besitos

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  2. Esta es una entrada muy personal y reveladora de tu persona, Magdalena.
    Me he convertido en una fan.

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