Bocaditos energéticos de cacao y frutos secos (y esto sí es saludable!)

Como nunca antes en este blog (lo más cercano es esto), hoy traigo una receta saludable. Nono, no me he transformado en un gurú de la vida sana y de la dieta hipocalórica, sino que la receta de hoy es auténticamente rica. Que sea saludable es solo un beneficio más.

Pues bien, quizás se habrán dado cuenta, que no es mi estilo esto de cocinar dulces saludables. Los postres, las tortas, los dulces y la pastelería, son placeres esporádicos en la vida. Naturalmente que uno no come puros dulces todos los días, sino que en ocasiones y momentos especiales. Por ello, cuando quiera que me embarco a preparar algún dulce, lo hago con toda liberalidad. Utilizo la cantidad de mantequilla que corresponda, sin culpas ni resquemores; espolvoreo con azúcar flor hasta dejar completamente nevadas las superficies de los queques; agrego chips de chocolate si mi alma lo desea. Pienso que la vida es muy corta como para andar endulzando con todo con estevia.

Por ello, mi gran colección de libros de cocina es escueta en libros de comida saludable. Solo hay un par de excepciones, dentro de las que se encuentra el libro de Jamie Oliver “Everyday Super Food”. Este es un libro súper saludable, súper bacán, súper integral. Todas las recetas que ahí aparecen fueron creadas por Jamie junto al apoyo de un equipo de nutricionistas, y al final de cada una aparece su valor nutricional. No hay nada con azúcar, ni con harina blanca, ni con mucha mantequilla. Si bien no es mi libro preferido en el mundo, lo cierto es que tiene el gran mérito de presentar recetas apetitosas y coloridas, y no comida puro jamón de pavo con lechuga.

Dentro de sus recetas, en las últimas hojas, se encontraba escondida esta pequeña joyita: bocados energéticos (“energy balls”) de cacao y frutos secos. Estos bocaditos son como cocadas, solo que en vez de galletas molidas llevan semillas de zapallo, y almendras, y nueces, y dátiles; y en vez de manjar, llevan miel y unas gotitas de jugo de naranja; y en vez de estar cubiertas de coco molido, están cubiertas con semillas de zapallo molidas.

Es decir, no se parecen en auténticamente nada a las cocadas jajaja.

Bueno, se parecen en dos respectos. Primero, que son una confección sencillísima que no requiere de horno, ni de mucho tiempo, ni de nada de talento. Y en segundo lugar, que el resultado es felizmente delicioso.

Merced a la cucharada generosa de cacao amargo, las bolitas tienen un sabor profundo a chocolate que es capaz de satisfacer los antojos más violentos. En virtud a todos los frutos secos que la componen, los bocados son sabrosos y contundentes, y tienen una textura ligeramente crocante. La miel otorga una dulzura cálida, pero en ningún caso excesiva. Y finalmente, cubre a las pequeñas esferas polvo de semillas de zapallo, verde y contrastante con el café de las bolitas, que las hace, a mi gusto, muy atractivas.

Y bueno, sumado a todo eso, está lo estupendamente saludables que son. No tienen azúcar, ni glúten. De conformidad a la receta original (ligeramente variada por mí), cada bolita tiene alrededor de 50 calorías (no creo que mi variante implique un aumento calórico muy severo), y al parecer que son una excelente forma de vigorizarse y llenarse de energía.

La verdad es que quedé tan feliz con el resultado, que las he hecho muchísimas veces desde que las probé. Después del trabajo paso a la tostaduría a comprar los ingredientes y llegando a mi casa enchufo la procesadora, y están listas en 10 minutos. Adicionalmente, son una excelente receta para preparar de forma anticipada, y luego ir sacando durante la semana. Según Jamie que duran dos semanas en un recipiente herméticamente sellado, pero no podría confirmarlo, pues en mi casa nunca han durado más de tres días.

Las he hecho con diversas variaciones, pero la receta que les presento a continuación es mi favorita. De todas formas, siéntanse en libertad de alterar los frutos utilizados por aquellos que prefieran o tengan en sus casas. No debería haber problema.

Bocaditos Energéticos de cacao y frutos secos

Receta original: Jamie Oliver, en su libro “Everyday Super Food”
Rinde: entre 12 y 18 bolitas.

70 gramos de pepas o semillas de zapallo
50 gramos de almendras enteras
50 gramos de nueces
90 gramos de dátiles descarozados
1 pizca de sal
½ cdita. de canela
1 cucharada generosa de cacao en polvo
1 cucharadita de esencia de vainilla
1 cucharada de miel
1 cucharadita de jugo de naranja (opcional)

Primero, separar 40 gramos de semillas de zapallo. Moler en la procesadora hasta que sea un polvo finito. Verter en un plato bajo y ancho, y reservar hasta el final. Usaremos este polvo para cubrir los bocados.

Luego, poner en la procesadora los restantes 30 gramos de semillas de zapallo, junto a las almendras, las nueces y los dátiles. Procesar hasta que todo esté molido. Por la humedad de los dátiles y por la oleosidad de las almendras y nueces, no será posible que la mezcla alcance textura de polvo, pero bastará que todo esté en pedazos muy pequeños.

A eso, agregar la sal, el cacao en polvo y la canela, y procesar hasta mezclar.

Ahora agregaremos los ingredientes húmedos: la vainilla y la miel. Procesamos hasta que todo esté incorporado. Se debería formar una suerte de masa que es posible compactar y formar en bolitas. Si es que todavía estuviera desintegrado, agregar el jugo de naranja y volver a procesar.

Retirar la mezcla de la procesadora. Con las manos, ir sacando porciones de la mezcla de alrededor de 2 cucharaditas de contenido. Dependiendo del tamaño, se deberían poder formar entre 12-18 bolitas.

Poner las bolitas sobre el plato con el polvo de semillas de zapallo y girar hasta cubrirlas. Se pueden servir de inmediato, o bien, guardarlas en un recipiente herméticamente sellado hasta por dos semanas.