Las vacaciones son bacanes por muchos motivos. El principal, obviamente, poder descansar el cuerpo, la mente y el alma del trabajo y la rutina extenuante. Pero también por otros motivos, como el hecho de que las vacaciones nos permiten profitar de hábitos poco compatibles con el ajetreo de la vida cotidiana y la vorágine de la urbe, tales como dormir eternamente, almorzar tarde y con calma, tomar once, ver el reality hasta el final, etc. Qué agrado y dicha esas prácticas.
En efecto, escribo estas líneas desde el sur, donde paso algunos días junto a mi familia. Y la receta que vengo en compartir, es una receta relajada y sencilla, tal como lo es la vida cuando se está de vacaciones. Es un queque , humilde y delicioso, que resulta perfecto para compartir a media tarde junto a una taza de té humeante, en compañía de la familia y de los amigos, en la complacencia de ver las horas pasar lenta y distendidamente.
Este queque es una de mis recetas regalonas, de esas que vengo haciendo desde que tengo uso de memoria. Su fuente es el excelente y queridísimo Manual Práctico de Cocina de Pablo Huneeus, que está en mi casa desde antes de mi nacimiento. La he hecho tantos cientos de veces que me la sé de memoria.
La gracia de este queque es precisamente que no tiene mucha gracia. Es una preparación completamente despojada de toda pompa, de todo exceso. Es la sencillez máxima, y eso precisamente es su mayor valor.
El queque es esponjoso y liviano, tierno y sabroso. La clave para su sabor son dos ingredientes: esencia de vainilla y ralladura de limón. Ninguno de los dos sabores es palpable de forma clara en el queque final, pero la combinación entrega un saborcito sutil que es súper reminiscente a la infancia, y a esas recetas que preparaban nuestras mamás y abuelas y que nos daban tanta calidez y alegría.
Los ingredientes son pocos y sencillos. Se pueden comprar literalmente en cualquier almacén, en cualquier lugar de Chile, y son todos baratos. Además, la preparación es completamente infalible. No hay forma de echarla a perder. Un niño de 4 años la puede hacer sin problemas.
Se puede hornear en cualquier molde (redondo, rectangular, de muffins, etc), y sea cual sea el horno, va a funcionar. Típico que cuando uno va a veranear, la casa o departamento tiene un horno raro, cuya temperatura uno no sabe regular. No se preocupen: este queque va a funcionarles igual.
Hay varias variaciones posibles. Mi preferida es hacerlo mármol: se divide, para ello, la mezcla en dos bowls, y se mezcla una parte con un par de cucharadas de cacao amargo. Otra variación que gustaba hacer mi madre era hacerlo de yogurt: para eso, se agrega la mitad de la leche y un yogurt natural, lo que resulta en un queque aún más tierno. Se pueden agregar nueces, o almendras, manzanas, o chips de chocolate. Se puede espolvorear en azúcar flor si se desea. De cualquier forma resultará y será delicioso.
Deseándoles a todos unas felices vacaciones, les dejo sin más la receta.
Queque Sencillísimo
Receta adaptada de: Manual de Cocina de Pablo Huneeus
Rinde: 1 queque mediano, que puede ser horneado en diversos moldes (molde redondo de entre 20-22 cms de diámetro, molde rectangular, molde turbante, alrededor de 10 moldes de muffins, etc)
2 cucharadas de aceite de maravilla
1 taza de azúcar
1 huevo
ralladura de 1 limón
1 cucharadita de esencia de vainilla
2 tazas de harina, sin polvos de hornear
1 1/2 cucharadita de polvos de hornear
1 pizca de sal
1 taza de leche
Se precalienta el horno a 180ºC (horno medio). Se enmantequilla un molde, ya sea redondo, de turbante, cuadrado, o incluso muffins.
En un bowl mediano, mezclar el aceite con el azúcar. Agregar el huevo y mezclar hasta que esté bien incorporado. Agregar la ralladura del limón y la vainilla. Incorporar la harina, polvos y sal, y luego verter la leche. Mezclar apenas hasta que esté incorporado. No batir de más.
Verter la mezcla al molde preparado y meter al horno, por entre 15-20 minutos, dependiendo del molde que se use y del horno. Estará listo cuando esté dorado y al insertar un cuchillo al centro, éste salga limpio.
Hola!!...buena, bonita y barata la receta.
ResponderEliminar¿Tienes alguna receta de un buen queque o muffins de Coco?, hace unos dias atrás problé un muffins de coco en La Créme y fue sustantivamente buenisimo...humedo y con sabor a coco rallado...delicioso.
Uuuuh, no tengo, pero buscaré.
EliminarY guardo el dato.
Un abrazo, Felipe!
1 1/2 de polvos de hornear?? es cucharadas o una cucharadita?
ResponderEliminary sigue subiendo mas recetas me encantan!!!
1 1/2 cucharadita!
EliminarGracias por hacerlo notar; no había notado que estaba incompleto.
Un abrazo, Anita!!
Qué rico queque, siempre viene bien para la hora del té ;)
ResponderEliminarSaludos.
Gracias Pola!
EliminarUn abrazo
He hecho 20 mil queques en mi vida y este no me subio :-/
ResponderEliminarsere yo señor?
Hola Chris!
EliminarPucha, nunca me ha pasado que no suba.
Lo único que se me ocurre es que tu polvo de hornear hubiese estado expirado y no funcionara.
Si quieres ver si fue eso, agrega 1/2 cucharadita de polvo de hornear a 1/2 taza de agua tibia. Si burbujea, entonces está activo y todo bien; si no, entonces ya quizás perdió sus características.
Lamento el mal resultado! :(
está bueno. siempre estoy horneando, así que no alcanzan a vencer. de hecho, una semana antes no más había hecho un queque de zanahoria y todo perfect. sniiif!
EliminarPucha Chris, no me puedo explicar por qué no resultó :(
EliminarLo lamentooo!
Como todas tus recetas, me quedó delicioso!, le hice un glaseado suave de azucar flor y limón, muy rico!
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